Cinepólis anunció el estreno de esta película: Terror en la Antártida.
En realidad es otra película más que se suma a las que les cambian el título, pero eso es lo de menos. Lo más importante es destacar que se trata de una película basa en un cómic. Esto no es nada nuevo, considerando que existen tantas películas de super-héroes, sino que existen más películas basadas en otros cómics que no son propiamente de la temática de Batman, Superman o el Hombre Araña (por mencionar algunos). A este tipo de historietas se les conoce en el mundo "comiquero" como "Novelas Gráficas". Una novela gráfica es una historia contada en un solo tomo (un libro), por lo mismo es más extendida en cantidad de páginas y contiene más narrativa (en forma de diálogos, trama y viñetas) que un cómic o historieta regular.
Así pues, como ya decía, no es nada nuevo el hecho de que Hollywood encuentre en la historieta un nicho de dónde obtener ideas que contar. Ya en otras ocasiones se ha visto esto con otras obras, siendo las más sobre salientes las del autor inglés Alan Moore (La Liga Extraordinaria, V de Venganza, Watchmen en sus modalidades de recompilaciones o libros (Trade Paper Back) como Novelas Gráficas), Desde el Infierno (de Eddie Campbell en su modalidad de libro (TPB) como Novela Gráfica) 300 (de Frank Miller), 30 Días de Noche (de Steve Niles y Ben Templesmith producida para el cine por Sam Raimi) y les siguen otras no tan populares como Camino a la Perdición (protagonizada en su adaptación a película por Tom Hanks), Una historia violenta (protagonizada en su adaptación a película por Viggo Mortensen) y Persépolis (adaptada a Animación).
¿Por qué es importantes resaltar todo esto?
En primera porque a los gringos todavía les falta muchas historias más qué explotar, en sus tiempo Will Eisner, consagrándose como uno de los maestros de la ilustración narrativa que hasta un premio tiene su nombre, escribió y dibujó sus propias novelas gráficas que permanecen desconocidas para muchos. ¿Por qué no las explotan? pues porque aún a los gringos les falta muchísimo tiempo para explotar ese mercado, pero es el inicio de lo que veremos en 20 o 30 años más, pues cada película de estas tiene un promedio de 1 a 3 años para realizarse, si buscas en la red algunos de los títulos de Eisner, o de otras obras de Moore verás que tienen un buen camino por recorrer y no dudo que en un futuro se sigan produciendo novelas gráficas y que el cine nunca llegue a alcanzar a la historieta en este sentido.
En América Latina existen pocos indicios de seguir estos pasos. Nos falta mucho por recorrer aunque evidentemente ya hay un trecho recorrido en cuanto a Novelas Gráficas se refiere. Los ejemplos más destacables son los del chileno Alejandro Jodorowsky y el argentino Juan Jiménez con la serie de libro de la casta de los Metabarones. Los mexicanos Oscar Gonzalez Loyo y su obra Karmatrón y Los Transformables (en su modalidad de Novela Gráfica), y los autores que publican por medio de Editorial Caligrama como Edgar Clement, Patricio Betteo, Ricardo Gracía, Tony Sandoval, entre otros.
¿Estamos preparados?
Evidentemente no. Para empezar las obras no son tan digeribles ni comerciales que si ni aquí se tiene la cultura para adaptarlas a cine, además de que se vive en la comodidad del sofá. Y por otro lado, no hay cineastas que estén interesados. Tanto dibujantes como cineastas voltean a ver a los gringos hacia arriba y no solo literalmente, sino que los ponemos en un peldaño pensando que nunca los podremos alcanzar, eso pasa prácticamente en América Latina en general.
Por otro lado el mexicano se ha caracterizado por ser muy celoso de sus obras y de aislarse a la idea de hacer productos comerciales y se enfocan mucho a su autodenominado mundo de crear producto autoral, o cómic de autor. Si alguna vez ellos tuvieron alguna propuesta para hacerles películas animadas en otros paises por alguna u otra razón no prosperó, llamenle idealismo, llamenle profesionalismo, orgullo, etc. Esto daña en general a todo el mercado nacional porque para empezar no hay quién se lance a desprenderse de su obra y si uno que ha tenido la oportunidad no lo hace, los demás difícilmente lo seguirán. Y es que nos cuesta tanto desprendernos de nuestras obras, sobre todo cuando tenemos éxito que nos hermetizamos y preferimos lanzarnos pedradas a observarnos críticamente hacia adentro o inclusive a tener un diálogo de respeto entre autores.
Definitivamente se tienen indicios tanto en cine como en cómic de que se está haciendo algo, pero no se aprovecha ese algo, no se explota.
Mientras que el monstruo gringo crea productos mercadotécnicos y se los consumimos por montones, aquí en México apenas comenzamos a dar nuestros primeros pasos. El problema es que no hay acuerdos ni vinculación. Mientras unos se sienten muy divos, los valores jóvenes apenas van aprendiendo, pero seguido te topas con la pared de que estos ven hacia arriba o hacia su propio mercado.
Las empresas no entienden esto porque, como dije antes, viven en la comodidad de su sofá. Aunque existen diálogos y pláticas de trabajo, no salen de ahí. No hay empresarios que les interese el cómic, o visto netamente, no les interesa invertir millones en algo que les podría dejar más millones!
Actualmente parece que el autor mexicano se resigna a que la solución que existe es liberar sus historias por la red a través del webcomic o e-comic, lo cual, como no está probado, es una especie de experimento para ver si ahora sí funciona.
La cantidad de dinero que genera el liberar un título en multimedios está probada mundialmente, es el caso de que tanto Marvel, como DC, bueno vamos, hasta Asterix tenga éxito y se hagan figuras de acción, parques de diversiones, películas (directas para DVD, en cine o animadas), series, videojuegos, novelas e historietas.
A lo mejor es hora de que nos desprendamos un poquito de todas esas ideas personales que tenemos y comencemos a pensar un poquito más en ideas comerciales y en ganar dinero. No dudo que ya existan ejemplos de ello tanto en medios impresos como en cine y televisión, pero no creo que las opciones que ya hay y que ya se mencionaron, sean las únicas, en cuanto a novelas gráficas se refiere, ni que Televisa sea la única que se arriesgue, ni que lo único que resulte en México sean las películas de luchadores. Tal vez es tiempo de que establecer sistemas de estrategias mejores que las que ya existen y aplican. A lo mejor lo que hacen sí es bueno y sano, pero muchas veces hace falta desprenderse de lo que digan un pequeño y selecto grupo de fans que se tienen y pensar más globalmente en estos tiempo de globalización. Si bien es cierto que hacen falta identidades y de que a lo mejor desde que la perdimos con los españoles o desde que se impuso con el barroco no ha sido lo mejor, pero estamos en el 2009 y precisamente ya se tienen que pensar en ideas globales que se busque pensar en todos y para todos los gustos. Inclusive a lo mejor no sacrificar tanto nuestra obra, pero sí modificarla, adaptarla a nuevos tiempos o conservar lo anterior y sacar algo completamente nuevo en colaboración con algún escritor, y los escritores igual, comenzar a hacer obras por encargo o con ideas de otros y los cineastas igual, y así sucesivamente hasta generar una industria realmente competente en ámbitos internacionales.
Por lo pronto la novela gráfica de Whiteout ya se va a estrenar en cine y aunque le hayan cambiado el nombre original y le hayan puesto Terror en la Antártida, eso no podrá parar a la bola de nieve de la industria gringa del cine que ya prepara Surrogates, también basada en una historieta, Wanted 2 , Dead of Night y Priest. Y eso que no hablan de superhéroes, ¿qué sería si lo hicieran?
En realidad es otra película más que se suma a las que les cambian el título, pero eso es lo de menos. Lo más importante es destacar que se trata de una película basa en un cómic. Esto no es nada nuevo, considerando que existen tantas películas de super-héroes, sino que existen más películas basadas en otros cómics que no son propiamente de la temática de Batman, Superman o el Hombre Araña (por mencionar algunos). A este tipo de historietas se les conoce en el mundo "comiquero" como "Novelas Gráficas". Una novela gráfica es una historia contada en un solo tomo (un libro), por lo mismo es más extendida en cantidad de páginas y contiene más narrativa (en forma de diálogos, trama y viñetas) que un cómic o historieta regular.
Así pues, como ya decía, no es nada nuevo el hecho de que Hollywood encuentre en la historieta un nicho de dónde obtener ideas que contar. Ya en otras ocasiones se ha visto esto con otras obras, siendo las más sobre salientes las del autor inglés Alan Moore (La Liga Extraordinaria, V de Venganza, Watchmen en sus modalidades de recompilaciones o libros (Trade Paper Back) como Novelas Gráficas), Desde el Infierno (de Eddie Campbell en su modalidad de libro (TPB) como Novela Gráfica) 300 (de Frank Miller), 30 Días de Noche (de Steve Niles y Ben Templesmith producida para el cine por Sam Raimi) y les siguen otras no tan populares como Camino a la Perdición (protagonizada en su adaptación a película por Tom Hanks), Una historia violenta (protagonizada en su adaptación a película por Viggo Mortensen) y Persépolis (adaptada a Animación).
¿Por qué es importantes resaltar todo esto?
En primera porque a los gringos todavía les falta muchas historias más qué explotar, en sus tiempo Will Eisner, consagrándose como uno de los maestros de la ilustración narrativa que hasta un premio tiene su nombre, escribió y dibujó sus propias novelas gráficas que permanecen desconocidas para muchos. ¿Por qué no las explotan? pues porque aún a los gringos les falta muchísimo tiempo para explotar ese mercado, pero es el inicio de lo que veremos en 20 o 30 años más, pues cada película de estas tiene un promedio de 1 a 3 años para realizarse, si buscas en la red algunos de los títulos de Eisner, o de otras obras de Moore verás que tienen un buen camino por recorrer y no dudo que en un futuro se sigan produciendo novelas gráficas y que el cine nunca llegue a alcanzar a la historieta en este sentido.
En América Latina existen pocos indicios de seguir estos pasos. Nos falta mucho por recorrer aunque evidentemente ya hay un trecho recorrido en cuanto a Novelas Gráficas se refiere. Los ejemplos más destacables son los del chileno Alejandro Jodorowsky y el argentino Juan Jiménez con la serie de libro de la casta de los Metabarones. Los mexicanos Oscar Gonzalez Loyo y su obra Karmatrón y Los Transformables (en su modalidad de Novela Gráfica), y los autores que publican por medio de Editorial Caligrama como Edgar Clement, Patricio Betteo, Ricardo Gracía, Tony Sandoval, entre otros.
¿Estamos preparados?
Evidentemente no. Para empezar las obras no son tan digeribles ni comerciales que si ni aquí se tiene la cultura para adaptarlas a cine, además de que se vive en la comodidad del sofá. Y por otro lado, no hay cineastas que estén interesados. Tanto dibujantes como cineastas voltean a ver a los gringos hacia arriba y no solo literalmente, sino que los ponemos en un peldaño pensando que nunca los podremos alcanzar, eso pasa prácticamente en América Latina en general.
Por otro lado el mexicano se ha caracterizado por ser muy celoso de sus obras y de aislarse a la idea de hacer productos comerciales y se enfocan mucho a su autodenominado mundo de crear producto autoral, o cómic de autor. Si alguna vez ellos tuvieron alguna propuesta para hacerles películas animadas en otros paises por alguna u otra razón no prosperó, llamenle idealismo, llamenle profesionalismo, orgullo, etc. Esto daña en general a todo el mercado nacional porque para empezar no hay quién se lance a desprenderse de su obra y si uno que ha tenido la oportunidad no lo hace, los demás difícilmente lo seguirán. Y es que nos cuesta tanto desprendernos de nuestras obras, sobre todo cuando tenemos éxito que nos hermetizamos y preferimos lanzarnos pedradas a observarnos críticamente hacia adentro o inclusive a tener un diálogo de respeto entre autores.
Definitivamente se tienen indicios tanto en cine como en cómic de que se está haciendo algo, pero no se aprovecha ese algo, no se explota.
Mientras que el monstruo gringo crea productos mercadotécnicos y se los consumimos por montones, aquí en México apenas comenzamos a dar nuestros primeros pasos. El problema es que no hay acuerdos ni vinculación. Mientras unos se sienten muy divos, los valores jóvenes apenas van aprendiendo, pero seguido te topas con la pared de que estos ven hacia arriba o hacia su propio mercado.
Las empresas no entienden esto porque, como dije antes, viven en la comodidad de su sofá. Aunque existen diálogos y pláticas de trabajo, no salen de ahí. No hay empresarios que les interese el cómic, o visto netamente, no les interesa invertir millones en algo que les podría dejar más millones!
Actualmente parece que el autor mexicano se resigna a que la solución que existe es liberar sus historias por la red a través del webcomic o e-comic, lo cual, como no está probado, es una especie de experimento para ver si ahora sí funciona.
La cantidad de dinero que genera el liberar un título en multimedios está probada mundialmente, es el caso de que tanto Marvel, como DC, bueno vamos, hasta Asterix tenga éxito y se hagan figuras de acción, parques de diversiones, películas (directas para DVD, en cine o animadas), series, videojuegos, novelas e historietas.
A lo mejor es hora de que nos desprendamos un poquito de todas esas ideas personales que tenemos y comencemos a pensar un poquito más en ideas comerciales y en ganar dinero. No dudo que ya existan ejemplos de ello tanto en medios impresos como en cine y televisión, pero no creo que las opciones que ya hay y que ya se mencionaron, sean las únicas, en cuanto a novelas gráficas se refiere, ni que Televisa sea la única que se arriesgue, ni que lo único que resulte en México sean las películas de luchadores. Tal vez es tiempo de que establecer sistemas de estrategias mejores que las que ya existen y aplican. A lo mejor lo que hacen sí es bueno y sano, pero muchas veces hace falta desprenderse de lo que digan un pequeño y selecto grupo de fans que se tienen y pensar más globalmente en estos tiempo de globalización. Si bien es cierto que hacen falta identidades y de que a lo mejor desde que la perdimos con los españoles o desde que se impuso con el barroco no ha sido lo mejor, pero estamos en el 2009 y precisamente ya se tienen que pensar en ideas globales que se busque pensar en todos y para todos los gustos. Inclusive a lo mejor no sacrificar tanto nuestra obra, pero sí modificarla, adaptarla a nuevos tiempos o conservar lo anterior y sacar algo completamente nuevo en colaboración con algún escritor, y los escritores igual, comenzar a hacer obras por encargo o con ideas de otros y los cineastas igual, y así sucesivamente hasta generar una industria realmente competente en ámbitos internacionales.
Por lo pronto la novela gráfica de Whiteout ya se va a estrenar en cine y aunque le hayan cambiado el nombre original y le hayan puesto Terror en la Antártida, eso no podrá parar a la bola de nieve de la industria gringa del cine que ya prepara Surrogates, también basada en una historieta, Wanted 2 , Dead of Night y Priest. Y eso que no hablan de superhéroes, ¿qué sería si lo hicieran?
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