Depende de la habilidad que quieras demostrar. Pero definitivamente atrae más la atención que el que no hace absolutamente nada.
Bien podría tratarse de un demo donde exhibes tus monos, tus muebles, tus personajes, pero no está bien programado, demuestras (de ahí la palabra Demo) que tienes habilidades para modelar, pero que la programada no es tu onda. Igualmente si el nivel no está terminado, o si el nivel está terminado pero los monos no. O bien, puras esferas y cajitas pero tiene mucha AI, GUIskinns y muchas cosas más bien programadas que no necesitan ser visualmente atractivas, pero que demuestran una interactividad enorme.
Ahora, si el demo está completamente terminado pero al arte deja algo que desear o no la trabajaste tu completamente, sino que la jalaste de otros sitios, bueno, a lo mejor ni la modelada, ni la programada es tu onda, chance tu lo produjiste pero con herramientas y arte de otros lados, entonces eres mejor productor y podrías tener madera de liderazgo si así lo deseas y te pones las pilas. Así han nacido algunos estudios de videojuegos y animación, sub-contratando otras empresas y al final juntando todo para un gran juego o una gran película o largometraje animado.
Eso sí, es muy importante reconocer tus habilidades. No necesariamente crear una lista de peros y justificaciones, lo cual sería mediocre, pero sí saber tus fuertes y aptitudes para qué trabajos y qué no.
ACTUALIZACIÓN (21/03/2024): Resulta que el día de hoy me voy enterando que esta historia sí existe y transcribo en español la información que me llegó: ¿Recuerda la historia del ingeniero que pidió un pago de $10,000 USD y lo justificó como $1 USD para girar el tornillo y $9,999 USD para saber qué tornillo girar? Bueno, ese famoso ingeniero existió, su nombre fue Charles Proteus Steinmetz (1865-1923) Una vez, su camino se cruzó con el de Henry Ford. En la planta de Ford en River Rouge había un problema técnico con un generador grande y los ingenieros eléctricos de la planta no podían averiguar dónde estaba el problema. El propio Ford recurrió a Steinmetz en busca de ayuda. Cuando el "pequeño gigante" llegó a la fábrica, rechazó cualquier tipo de ayuda y exigió una libreta, un bolígrafo y un catre. Pasó dos días y dos noches en la fábrica, escuchando el ruido del generador, mientras realizaba innumerables cálculos extraños y complicados. Luego, bruscamente, les exigió que le t...
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