El presente artículo no representa una investigación seria ni pretende serlo. Es lo que el autor ha experimentado y visto durante su trascendencia como promotor, investigador voluntario y difusor de la historieta en el Estado de Colima y entre sus amigos.
Hace algunos días pude ver que una persona solicitaba un especial de radio a un programa de dicho medio. La solicitud en cuestión era: hablar de moneros mexicanos.
Así pues, me doy a la tarea de tratar de aclarar, porque considero que en lugar de que trate de moneros preferiría que hablaran de artistas mexicanos.
La cuestión es que el término monero es algo que se ha ido deformando, o reformando según el punto de vista.
Mientras Oscar González Loyo (Creador de Karmatrón y Los Transformables) explica en su programa de radio por internet (así como en varias tiras de su webcómic) lo siguiente:
Por otro lado, el tapatío José Trinidad Camacho, mejor conocido como Trino, menciona en diversas entrevistas que él (y su colega Jis) se considera a sí mismo como monero.
Y aunque él no se ve a si mismo como caricaturista, la gente sí lo ve así al considerar que en sus dibujos refleja una sátira de la realidad, no solo por su capacidad de traducir a tal o cual personaje a su estilo de dibujo, sino por el alto contenido de humor y realidad que llega a ilustrar en sus tiras. Y eso no es todo, sus personajes conservan una anatomía común. Algo que es difícil de encontrar o comprender.
También se les ha llamado -erróneamente- moneros a los caricaturistas políticos. Tal es el caso de la Wikipedia, donde dice:
Monero es, en cierto modo, un eufemismo, solo que depende mucho del contexto, la situación y la intención de quién lo dice y por qué lo dice o hasta a quién se lo dice. Porque mientras hay algunos dibujantes (sin juzgar si son buenos o malos) que se autonombran moneros, hay otros que se ofenden por el hecho de que alguien les nombre así o se pueden decir ellos mismos, pero si es otro dibujante el que se los dice entonces se ofenden.
Lo cierto es que el antecedente es que era una persona que hacía monos y si sabía dibujar no lo hacía bien, en tiempo y forma.
En otro tiempo, por ahí de los 80's y 90's como la industria del cómic o la historieta en México perdió su fuerza y público y poco a poco fueron acaparando el mercado los títulos extranjeros (sin entrar en detalle si gringos o nippones), los moneros comenzaron a querer publicar por su propia voluntad. Al principio y gracias al apojeo de las fotocopiadoras, comenzaron a usarlas como un medio para imprimir su trabajo, lo mismo que los fans de tal o cual tema, es por eso que se les llamó Fanzines. Y algunos otros comenzaron a armar sus propias editoriales que luego tronaban. El propio Sergio Aragonés (dibujante de MAD y actual dibujante de la sección Maggie's Crib del cómic de Bart Simpson) lo dice así en una conferencia durante la FIL del 2009 y que me dí a la tarea de transcribir:
Entonces, los que comenzaron como webcomiqueros son los fanzineros de antes, que vieron la oportunidad de llegar a un mercado, primero de manera gratuita y después vendiéndolo a manera de compilados en un libro. Y pocos son los artistas de cómic impreso que publican en la red un webcomic como tal. Esto se debe a que las ganancias y necesidades que tienen los artistas del cómic no son las mismas que las de un webcomiquero o monero de la red; o por lo menos no parecen serlo, pues mientras en la misma entrevista Sergio Aragonés menciona que puede comprar un pony a su hija (e imagino que mantenerlo) el webcomiquero o monero se sorprende de que él gane dinero como para poder adquirir eso.
Y si hay artistas que publican en la red no es solo por gusto, es porque ya lo publicaron en un medio impreso, principalmente un diario y/o les pagan un sueldo por ello, como Polo Jasso (que no es webcomiquero) o Trino (que tampoco es webcomiquero). En ambos casos los dibujantes hacen su trabajo enfocados al medio impreso y no a regalarlo en la red.
Hay, por otro lado, artistas mexicanos, artistas del cómic que les ha servido, sin embargo, es su calidad y arduo trabajo de superación lo que les ha resultado en trabajar para títulos de Marvel o DC y no el hecho de publicar un webcomic. Y también hay artistas que hacen supuestos re-makes de sus tiras que disque demostrando su "mejoría" y no ves alguna. Ni más detalles, ni diferente dibujo, etc.
También hay otros que dan el salto a supuestos escritores o directores y carecen de la habilidad de contar historias, especialmente para las masas. O posiblemente ya se dieron cuenta que del dibujo no pueden vivir y estén intentando nuevos horizontes.
No hay mucha diferencia de hace 10 años a la fecha. Salvo que hoy los grupos están muy marcados entre:
Moneros solapados haciéndose pasar por artistas (y por trolls también), artistas que sí viven de publicar cómics (pero en el extranjero), artistas que se jactan de publicar (pero tienen que ganar trabajando para una empresa o una agencia publicitaria), artistas que sí publican pero se mantienen neutrales o desconocen el tema y los ya clásicos luchadores que quieren levantar la industria.
Así que, por qué no reconocer primero el trabajo de artistas mexicanos para un programa de radio como Polo Jasso, Trino, Jis, Helguera, Oscar Gonzalez Loyo, Sergio Aragonés, Oscar Pinto, Raúl Valdes, René Córdova, Fernando Sánchez, Alberto Hinojosa, Gabriel Vargas, Yolanda Vargas Dulché, Rius y un largo pero largo etcétera.
Hace algunos días pude ver que una persona solicitaba un especial de radio a un programa de dicho medio. La solicitud en cuestión era: hablar de moneros mexicanos.
Así pues, me doy a la tarea de tratar de aclarar, porque considero que en lugar de que trate de moneros preferiría que hablaran de artistas mexicanos.
La cuestión es que el término monero es algo que se ha ido deformando, o reformando según el punto de vista.
Mientras Oscar González Loyo (Creador de Karmatrón y Los Transformables) explica en su programa de radio por internet (así como en varias tiras de su webcómic) lo siguiente:
En nuestro medio existe una diferencia muy marcada entre lo que es un monero y un artista de cómic. En antaño, en la época dorada, a los dibujantes que se dedicaban a este medio se les consideraba historietistas y su nivel era incluso europeo; en la época que se les explotaba los editores los rebajaron al mote de moneros porque, estaría mal no decirlo, muchos dibujantes de actitud mediocre no entregaban el trabajo a tiempo y lo que entregaban lo hacían a medias, sin terminar bien los cartones, y gran parte de sus problemas era el alcohol, esto provocó que aún actualmente, este mote sea utilizado ahora como pretexto para no pagar dignamente a los dibujantes, sean explotados y es una manera despectiva de llamar a los artistas de este noveno arte...
Por otro lado, el tapatío José Trinidad Camacho, mejor conocido como Trino, menciona en diversas entrevistas que él (y su colega Jis) se considera a sí mismo como monero.
“Yo digo que soy monero, pero también soy humorista: hago doblajes humorísticos, sátiras, animaciones y demás”
"Nos tocó abrir brecha en esto de los moneros mal pagados. Aquí en Guadalajara nos trataban muy mal, las cosas mejoraron con el tiempo"
Y aunque él no se ve a si mismo como caricaturista, la gente sí lo ve así al considerar que en sus dibujos refleja una sátira de la realidad, no solo por su capacidad de traducir a tal o cual personaje a su estilo de dibujo, sino por el alto contenido de humor y realidad que llega a ilustrar en sus tiras. Y eso no es todo, sus personajes conservan una anatomía común. Algo que es difícil de encontrar o comprender.
También se les ha llamado -erróneamente- moneros a los caricaturistas políticos. Tal es el caso de la Wikipedia, donde dice:
Hay que indicar, además que en México, suele usarse el término monero, especialmente para los dibujantes de estilo caricaturista que realizan tiras cómicas, muchas veces de tinte político, en revistas y periódicos como La Jornada, con lo que se convierte en sinónimo del neologismo humorista gráfico.
Monero es, en cierto modo, un eufemismo, solo que depende mucho del contexto, la situación y la intención de quién lo dice y por qué lo dice o hasta a quién se lo dice. Porque mientras hay algunos dibujantes (sin juzgar si son buenos o malos) que se autonombran moneros, hay otros que se ofenden por el hecho de que alguien les nombre así o se pueden decir ellos mismos, pero si es otro dibujante el que se los dice entonces se ofenden.
Lo cierto es que el antecedente es que era una persona que hacía monos y si sabía dibujar no lo hacía bien, en tiempo y forma.
En otro tiempo, por ahí de los 80's y 90's como la industria del cómic o la historieta en México perdió su fuerza y público y poco a poco fueron acaparando el mercado los títulos extranjeros (sin entrar en detalle si gringos o nippones), los moneros comenzaron a querer publicar por su propia voluntad. Al principio y gracias al apojeo de las fotocopiadoras, comenzaron a usarlas como un medio para imprimir su trabajo, lo mismo que los fans de tal o cual tema, es por eso que se les llamó Fanzines. Y algunos otros comenzaron a armar sus propias editoriales que luego tronaban. El propio Sergio Aragonés (dibujante de MAD y actual dibujante de la sección Maggie's Crib del cómic de Bart Simpson) lo dice así en una conferencia durante la FIL del 2009 y que me dí a la tarea de transcribir:
Muchos de los nuevos jóvenes que quieren publicar no van a pasar por el proceso editorial de crítica, la ventaja que teníamos antes es que cuando llevábamos nuestro trabajo a un editor o a un Director y el Director [Artístico] decía: "Todavía te falta", "estas verde", "te falta entender el cómo se maneja la historieta", "cómo se mueve el sistema", "cómo contar tu historia bien contada". Muchos jóvenes, empezó por los cómics, dijeron: "Bueno, a mi no me quieren publicar pues lo publico yo mismo porque no cuesta nada publicar un cómic". Y empezaron a publicar cómics a granel! Entonces los distribuidores se dieron cuenta de que no podían manejar todo esto, y los jóvenes empezaron a hacer ventas mínimas en las convenciones de cómics, a saturar el mercado de material, no probaron! el material todavía muy verde pero con la ansia y el miedo de todos los jóvenes que tenemos siempre cuando comenzamos que queremos ver nuestra obra en impresos.
Ahora con el web es todavía PEOR! porque no cuesta nada ponerla sin escuela! sin estudios, sin preparación para MEJORAR todo. Entonces, hay mucha gente que está llenando de basura el internet.
Entonces, los que comenzaron como webcomiqueros son los fanzineros de antes, que vieron la oportunidad de llegar a un mercado, primero de manera gratuita y después vendiéndolo a manera de compilados en un libro. Y pocos son los artistas de cómic impreso que publican en la red un webcomic como tal. Esto se debe a que las ganancias y necesidades que tienen los artistas del cómic no son las mismas que las de un webcomiquero o monero de la red; o por lo menos no parecen serlo, pues mientras en la misma entrevista Sergio Aragonés menciona que puede comprar un pony a su hija (e imagino que mantenerlo) el webcomiquero o monero se sorprende de que él gane dinero como para poder adquirir eso.
Y si hay artistas que publican en la red no es solo por gusto, es porque ya lo publicaron en un medio impreso, principalmente un diario y/o les pagan un sueldo por ello, como Polo Jasso (que no es webcomiquero) o Trino (que tampoco es webcomiquero). En ambos casos los dibujantes hacen su trabajo enfocados al medio impreso y no a regalarlo en la red.
Hay, por otro lado, artistas mexicanos, artistas del cómic que les ha servido, sin embargo, es su calidad y arduo trabajo de superación lo que les ha resultado en trabajar para títulos de Marvel o DC y no el hecho de publicar un webcomic. Y también hay artistas que hacen supuestos re-makes de sus tiras que disque demostrando su "mejoría" y no ves alguna. Ni más detalles, ni diferente dibujo, etc.
También hay otros que dan el salto a supuestos escritores o directores y carecen de la habilidad de contar historias, especialmente para las masas. O posiblemente ya se dieron cuenta que del dibujo no pueden vivir y estén intentando nuevos horizontes.
No hay mucha diferencia de hace 10 años a la fecha. Salvo que hoy los grupos están muy marcados entre:
Moneros solapados haciéndose pasar por artistas (y por trolls también), artistas que sí viven de publicar cómics (pero en el extranjero), artistas que se jactan de publicar (pero tienen que ganar trabajando para una empresa o una agencia publicitaria), artistas que sí publican pero se mantienen neutrales o desconocen el tema y los ya clásicos luchadores que quieren levantar la industria.
Así que, por qué no reconocer primero el trabajo de artistas mexicanos para un programa de radio como Polo Jasso, Trino, Jis, Helguera, Oscar Gonzalez Loyo, Sergio Aragonés, Oscar Pinto, Raúl Valdes, René Córdova, Fernando Sánchez, Alberto Hinojosa, Gabriel Vargas, Yolanda Vargas Dulché, Rius y un largo pero largo etcétera.
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