Viendo algunos de los capítulos de Los Simpson de la decimoquinta temporada me doy en cuenta que definitivamente los actores de doblaje originales de la serie se aburrieron de hacerlo.
Tal vez en el momento en que los despidieron o hubo el pleito con la ANDA, con el estudio de doblaje y con la cadena Fox, ellos reclamaban y peleaban porque su mente decía que querían hacerlo o que debían hacerlo, inclusive con la película. Tal vez sentían ese compromiso con los fans de la serie y con sus seguidores, pero estoy seguro que muy en el fondo, en su subconciente, en su corazón, en su alma ya no querían hacerlo.
Siendo honestos, comenzamos a encariñarnos con ellos. Hasta el año pasado tenía cerca de 7 años o más que dejé de ver Los Simpson por solidaridad con mis amigos que hacían el doblaje de la serie original como Humberto Vélez y Gabriel Chávez, con quienes he convivido no solo gracias a internet, sino a la organización de la ComiColima. Cada que los veo en la tele o los oigo no pierdo la oportunidad de comentarle a mi esposa quienes son y dónde los he visto u oído y porque los conozco. Hasta la fecha los siguen invitando a convenciones internacionales como la voz de Homero Simpson y del Sr. Burnz respectivamente porque ellos todavía se escuchan en las primeras 15 temporadas que son las que más emiten tanto en la cadena Fox como en TV Azteca.
Sin embargo, desde temporadas pasadas y rematando con la 15 te das cuenta que la serie comenzaba a ser sosa, sin chiste. ¡Sí! Lo único que levantaba la serie era el excelente doblaje de Humberto, no solo por su dirección, sino por sus comentarios, referencias y chistes locales o regionalismos que brincaron fronteras. La excelencia y la calidad del doblaje son y seguirán siendo insuperables. Sin embargo ¿a quién le divertiría doblar una serie si no tiene chiste? ¿Quién toleraría tratar y tratar con cada episodio levantar algo tan pesado?
Desde entonces es raro el episodio que oigo que mencionen en reuniones y pasa desapercibido y se olvida porque siempre recodaremos frases como: "A la grande le puse Cuca, Me quiero volver Chango, Padresanto, Anda la osa, Excelente, Gasnapido o Boloño" y un largo etcétera más que inventaron o agregaron estos geniales actores.
Seguiré viendo la serie nada más para no dejar. Creo que 7 años ya fueron suficientes y volveré a verlas en inglés y con subtítulos. Y ni siquiera lo haré de la forma debida porque no creo que la serie merezca, más bien por cultura popular y por "continuar" algo que dejé pendiente hace mucho tiempo.
Tal vez en el momento en que los despidieron o hubo el pleito con la ANDA, con el estudio de doblaje y con la cadena Fox, ellos reclamaban y peleaban porque su mente decía que querían hacerlo o que debían hacerlo, inclusive con la película. Tal vez sentían ese compromiso con los fans de la serie y con sus seguidores, pero estoy seguro que muy en el fondo, en su subconciente, en su corazón, en su alma ya no querían hacerlo.
Siendo honestos, comenzamos a encariñarnos con ellos. Hasta el año pasado tenía cerca de 7 años o más que dejé de ver Los Simpson por solidaridad con mis amigos que hacían el doblaje de la serie original como Humberto Vélez y Gabriel Chávez, con quienes he convivido no solo gracias a internet, sino a la organización de la ComiColima. Cada que los veo en la tele o los oigo no pierdo la oportunidad de comentarle a mi esposa quienes son y dónde los he visto u oído y porque los conozco. Hasta la fecha los siguen invitando a convenciones internacionales como la voz de Homero Simpson y del Sr. Burnz respectivamente porque ellos todavía se escuchan en las primeras 15 temporadas que son las que más emiten tanto en la cadena Fox como en TV Azteca.
Sin embargo, desde temporadas pasadas y rematando con la 15 te das cuenta que la serie comenzaba a ser sosa, sin chiste. ¡Sí! Lo único que levantaba la serie era el excelente doblaje de Humberto, no solo por su dirección, sino por sus comentarios, referencias y chistes locales o regionalismos que brincaron fronteras. La excelencia y la calidad del doblaje son y seguirán siendo insuperables. Sin embargo ¿a quién le divertiría doblar una serie si no tiene chiste? ¿Quién toleraría tratar y tratar con cada episodio levantar algo tan pesado?
Desde entonces es raro el episodio que oigo que mencionen en reuniones y pasa desapercibido y se olvida porque siempre recodaremos frases como: "A la grande le puse Cuca, Me quiero volver Chango, Padresanto, Anda la osa, Excelente, Gasnapido o Boloño" y un largo etcétera más que inventaron o agregaron estos geniales actores.
Seguiré viendo la serie nada más para no dejar. Creo que 7 años ya fueron suficientes y volveré a verlas en inglés y con subtítulos. Y ni siquiera lo haré de la forma debida porque no creo que la serie merezca, más bien por cultura popular y por "continuar" algo que dejé pendiente hace mucho tiempo.
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